Carta a un cliente potencial. Te escribo esta carta para contarte cómo puedes mejorar la comunicación empresarial de tu organización. Decirte que lo que te pasa es totalmente normal, no eres el primero ni último que van a pasar por este trance.
Tienes cierto malestar, porque lo que transmites no está a la altura de tu producto o servicio. Intuyes que eso puede ser una pérdida de oportunidad, de clientes, de dinero.
Cuando una empresa necesita mejorar su comunicación empresarial, detecta el problema y tiende a focalizarse sobre un elemento muy concreto: ”necesito una página web” o “quiero vinilar mi coche” o también, “la fachada de mi negocio no expresa lo que hacemos”. Te suena ¿verdad?
Si utilizamos una metáfora médica, eso es un síntoma, pero no es la enfermedad. Lo que de verdad está ocurriendo es que todos tenemos una necesidad de comunicar, pero pocos tenemos definida la posición de nuestra empresa ante nuestros clientes, nuestra competencia, proveedores, en pocas palabras, ante el mundo. No estamos acostumbrados a hacernos preguntas del tipo ¿Qué tipo de organización somos? ¿Qué nos conviene comunicar? Realmente, ¿Por qué mis clientes me están comprando?. Como bien sabes el precio no lo es todo.
Todas estas preguntas se convierten en un dolor de cabeza, no sabes por dónde empezar. Normal. Para describir esta sensación decimos que el árbol no te deja ver el bosque. Es decir, estás tan cerca del proyecto que es muy complicado tomar la distancia oportuna para poder ser objetivo. Poniendo otro ejemplo, ningún psicólogo puede psicoanalizarse a sí mismo.
Pensarás que quizá puedas realizar estas tareas internamente, pero te aseguro que a todo el mundo le sucede lo mismo. El que sea un facilitador externo, imparcial y sin miedo de hacer preguntas, es el remedio a un proyecto que puede estar sesgado por no incomodar al jefe o incluso hacerte la pelota. ¡Vaya fiasco!
Entonces, ¿cómo hacerlo? ¿cual es la clave?
Buscar un buen proveedor que sepa lo que hace, que tenga la experiencia suficiente y que lleve a éxito esta necesidad. No es baladí esta decisión. Para mejorar la comunicación empresarial hay que hablar de intangibles, conceptos que no se pueden ver, pero si se sienten. Un negocio que da de comer a familias y que ha costado tanto construir. ¿Confiarías a un inexperto la reputación de tu empresa? tanto trabajo, dinero y dedicación… seguro que no. La experiencia es un grado, eso es seguro. Pero también conocer datos sobre el retorno de la inversión de otros clientes que, como tú, en su día confiaron en nosotros. Por cierto, esa es la clave, elegir y luego confiar.
Con esto me despido, si me extiendo más corro el riesgo de que no leas todo el texto, cosas de este presente que nos ha tocado vivir, cada vez estamos menos acostumbrados a leer textos largos. Próximamente prometo contarte más de este futuro proceso que viviremos juntos.
Hasta pronto cliente potencial.